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jueves, 14 de enero de 2010

Las rocas magmáticas y el vulcanismo

Procedentes del interior de la corteza terrestre, donde se alcanzan temperaturas muy elevadas, las rocas ígneas son el legado visible de uno de los fenómenos más espectaculares de la naturaleza: el vulcanismo.

Definición y características

Las rocas ígneas o magmáticas son aquellas que se han formado tras un proceso de fusión de sus minerales. Las temperaturas necesarias para que esto suceda suelen ser altas, aunque depende de las propiedades de cada mineral.

Las rocas ígneas presentan una serie de características particulares:

  • Estructura cristalina (ver t3 y t4).
  • Textura: puede ser fanerítica (los cristales son visibles a simple vista) o afanítica (cristales microscópicos).
  • Emplazamiento: puede ser intrusivo (formada en el interior de la Tierra) o extrusivo (formada en el exterior). Estas últimas también se denominan rocas volcánicas.

El magma

El magma es una mezcla de minerales fundidos que puede contener algunos elementos sólidos y cierta cantidad de gases disueltos (hasta un 10%). La solidificación de esta mezcla al enfriarse da lugar a las rocas magmáticas.

No existe una composición química determinada para el magma, ya que cualquier mineral es susceptible de fundirse y mezclarse con otros. No obstante, en la corteza terrestre son más abundantes los magmas ricos en silicio (Si). Otros componentes habituales son oxígeno (O), aluminio (Al), calcio (Ca), hierro (Fe), magnesio (Mg), sodio (Na) y potasio (K).

La fusión de las rocas, que tiene lugar en las capas profundas de la corteza terrestre, depende de varios factores:
  • Temperatura: es el factor fundamental. La cantidad de calor necesaria para fundir las rocas variará en función del tipo de minerales presentes en la mezcla.
  • Presión: esta variable influye de un modo determinante, pues, cuanto mayor sea la presión, más temperatura será necesaria para fundir los minerales.
  • Minerales: las diferentes propiedades de los minerales de la mezcla influyen en las características del magma. El sílice, por ejemplo, aumenta la viscosidad. La presencia de gases, por el contrario, genera magmas fluidos. El agua disuelta entre los minerales hace que la temperatura necesaria para la fusión se reduzca considerablemente.

Colada de lava (magma en fusión), por la ladera de un volcán.

Tipos de emplazamientos de las rocas ígneas.

Tipos de magma y rocas ígneas

Existen, atendiendo a su composición química, varios tipos de magma, cada uno de los cuales da lugar a una clase específica de rocas ígneas. A grandes rasgos, los magmas pueden clasificarse en los siguientes grupos:

  • Magma básico: es fluido, contiene poco sílice y suele encontrarse a temperaturas muy altas (900 a 1.200º). El basalto y el gabro son rocas procedentes de este tipo de magmas. Las rocas magmáticas básicas son, en general, muy densas y duras, de color oscuro.
  • Magma ácido (o félsico): es viscoso, con alto contenido de sílice y suele experimentar temperaturas inferiores a los 800º. El granito y la riolita son ejemplos característicos de rocas ígneas procedentes de magmas ácidos. Estas rocas suelen ser claras y con una densidad media-baja.
  • Magma intermedio: presenta características de los dos tipos anteriores de magma. La andesita es una roca procedente del magma intermedio. Las rocas de este tipo de magma presentan diversas tonalidades y son de densidad media y media-alta.
  • Magma ultrabásico (o ultramáfico): es muy fluido, apenas contiene sílice y presenta grandes concentraciones de hierro (Fe) y magnesio (Mg). Es el que precisa temperaturas más altas, incluso por encima de los 1.700º.

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